Debido al éxito que tuvo la bebida Coca‑Cola, en 1913 los embotelladores decidieron crear un envase con características especiales y únicas.
Por ello solicitaron a diversos fabricantes que elaboraran un diseño acorde con las especificaciones de The Coca‑Cola Company. No fue hasta 1915, que se creó la curvilínea botella verde pálido, cuyo diseño estaba inspirado en la elegante silueta de las mujeres de la época.