Cáscara de huevo, pieles de frutas y verduras o posos de café son una excelente materia prima para facilitar el compostaje.

Anímate a preparar compost casero con cuatro sencillos pasos

El compostaje permite reciclar todos los desechos orgánicos que se generan en el hogar y transformarlos en fertilizante para nuestras plantas. Conversamos con Tamara Rada, que trabaja como ingeniera ambiental en la Fundación Gaia Pacha Santa Cruz, que desde hace cuatro años diseña talleres y cursos gratuitos sobre compostaje. 

Durante el confinamiento y mientras continúa el distanciamiento social por la pandemia, perfeccionar el compost desde casa es una alternativa que muchos han adoptado en esta nueva normalidad, que también ha replegado muchas actividades en el ámbito virtual. Por eso, el equipo de la Fundación Gaia Pacha Santa Cruz decidió adaptar sus capacitaciones a las redes sociales para abordar temas ambientales, como el tratamiento de nuestros desechos hogareños.

Ante la pregunta de cómo aprovechar los desechos orgánicos en casa, la respuesta apunta al compostaje.

A continuación, cuatro sencillos pasos para aprender a compostar en casa y darle un abono especial a nuestras plantas y huertas.

Paso 1. Coloca los desechos orgánicos en un contenedor con tapa. Cáscara de huevo, pieles de frutas y verduras o posos de café son una excelente materia prima para facilitar el compostaje. En el caso de los cítricos, se debe procurar no incluir en exceso, ya que eleva el grado de acidez del compost.

Paso 2. Mezcla estos desechos con materia seca, como son hojas, ramas o restos de la poda del jardín dentro de un recipiente de tamaño mediano. 

Paso 3. Deja reposar el compost durante dos semanas, tiempo en el que el compost se va a precocinar. Se recomienda recargar el contenedor con materia orgánica cada vez que sea posible. 

Paso 4. Una vez transcurrido ese plazo, traslada el compost a un contenedor más grande, donde permanecerá tres semanas. Una vez por semana se debe dar dos vueltas al recipiente, para facilitar la entrada de oxígeno y evitar olores desagradables.

Un quinto paso opcional es cernir y secar este material para preparar semilleros, abonar macetas pequeñas o embolsarlo para facilitar su traslado, especialmente en viviendas o departamentos pequeños.