El Proyecto Oxapampa, un ejemplo de conservación en la Semana Mundial del Agua
Invalid date. Please publish page or set Publication Date
Durante cinco días los líderes y expertos del planeta discutirán sobre el presente y el futuro del agua. Del 23 al 27 de agosto, la Semana Mundial del Agua organizada por Stockholm International Water Institute (SIWI) servirá para repasar los desafíos más urgentes en la gestión del recurso más valioso de la humanidad, pero también las iniciativas impulsadas y los logros alcanzados en diversas partes del mundo.
En Coca‑Cola, como Compañía Integral de Bebidas, apostamos por una estrategia al 2030 que implica mejorar la gestión del agua, mejorar el acceso de las comunidades a este recurso y mejorar las cuencas hidrográficas mientras seguimos reponiendo el 100% del agua que utilizamos.
En el Perú, este compromiso se traduce en iniciativas como Agua Segura Cajamarca, Agua Segura para Todos en Pucusana, el Proyecto Chilca Verde y el Proyecto Oxapampa.
Este último, denominado Gestión participativa para la conservación, reforestación y manejo de áreas de interés hídrico en la Reserva de Biosfera Oxapampa Asháninka Yánesha (Bioay), es un buen ejemplo de cómo el esfuerzo conjunto entre ciudadanía, autoridades, empresa privada y organizaciones sociales puede preservar las fuentes del agua.
Este proyecto se ejecuta en Oxapampa, una de las zonas de mayor belleza natural del territorio peruano y una ciudad emblemática que este 30 de agosto celebra 130 años de fundación.
A lo largo de ocho años, la alianza entre Coca‑Cola Perú, el Instituto del Bien Común y la Fundación Avina ha permitido recuperar y conservar más de 2.262 hectáreas de bosques ribereños y bosques de cabecera, a partir de la firma de más de 80 Acuerdos Recíprocos por el Agua y Acuerdos de Conservación con propietarios y comunidades nativas, que se han convertido en guardianes del agua y los bosques.
“Este esfuerzo colectivo nos ha permitido devolver a la naturaleza más de tres millones de metros cúbicos de agua al año. Eso nos llena de mucha alegría, pero también de compromiso sobre todo para seguir revalorando la tierra, el agua, los bosques y el talento humano”, dice Zoraida Sánchez, Consultora del Programa Acceso al Agua de Fundación Avina.
El esfuerzo no se detiene
En medio de la pandemia, la continuidad del programa ha sido garantizada. Pese a las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria, el acompañamiento a los guardianes del agua y los bosques resultó decisivo. La entrega de materiales de bioseguridad, la sensibilización y el trabajo articulado con comités de salud fueron algunas acciones.
La reforestación con más de 80.000 árboles es una de las principales acciones incluidas en el programa liderado por Coca‑Cola Perú en Oxapampa.
“El nivel de compromiso de propietarios y comunidades nativas, que han firmado los acuerdos, se mantiene bien firme. Ellos siguen conservando sus bosques. Y nosotros, desde el Instituto del Bien Común, estamos comprometidos con ellos”, explica Guido Casimiro, Consultor del IBC, entidad encargada del monitoreo del programa.
Desde antes de la pandemia, las metas trazadas ya habían sido superadas ampliamente. “Teníamos como objetivo la conservación de mil hectáreas en la subcuenca del río Chorobamba y 700 hectáreas en la subcuenca del Pichis. Actualmente, estamos por encima de las 2200 hectáreas de conservación, en total, en ambas fuentes de agua”, dice Guido.
La Compañía anunció en 2007, el compromiso de devolver a la comunidad y a la naturaleza el 100% del agua empleada en sus bebidas al 2020. Gracias a su esfuerzo, Coca‑Cola Perú cumplió con este objetivo en 2015 y desde entonces ha incrementado, año a año, el porcentaje de recuperación de agua. Actualmente devuelve a la naturaleza más del 196% del agua que utiliza en sus procesos productivos.
Para Guido Casimiro, la continuidad del programa cobra otra relevancia en estos nuevos tiempos. “Definitivamente es muy importante la conservación de las fuentes del agua en medio de esta pandemia, ya que el agua es el principal elemento para poder lavarnos las manos, una de las principales acciones para contrarrestar el virus”, sostiene.
Un mañana esperanzador
Los avances del programa, según Zoraida Sánchez, se mantienen a buen ritmo. “Este año estamos alrededor del 84% de las metas alcanzadas, teniendo en cuenta que todavía quedan unos meses para culminar el 2021”, dice, en referencia a devolución de agua, nuevas hectáreas bajo acuerdos y mantenimiento del total de hectáreas de bosque.
Zoraida Sánchez, Consultora de la Fundación Avina, destaca el esfuerzo de Coca‑Cola por devolver a la naturaleza casi el doble del agua usada en sus procesos.
En el segundo año de la pandemia, más de 5.000 nuevos árboles han sido plantados, sumado a más de 80.000 ejemplares sembrados desde el inicio del programa. “Al cierre del año, además, vamos a alcanzar las 2.270 hectáreas y los 85 Acuerdos Recíprocos por el Agua y de Conservación firmados con agricultores y comunidades nativas”, dice Zoraida.
El nivel de participación alcanzado es óptimo, pero el proyecto va por más. “Actualmente tenemos a un 60% de propietarios comprometidos. Para el 2030 queremos llegar a ese 40% adicional, que nos permita seguir conservando más bosques ribereños y bosques de cabecera, vitales para mejorar la calidad y cantidad del agua”, explica Guido.
En este rincón de la selva peruana, el futuro del agua está garantizado. La cooperación entre todos los actores ha sido clave. “Definitivamente Coca‑Cola Perú se ha colocado a la vanguardia de las empresas privadas en la aplicación de mecanismos de devolución del agua a la naturaleza”, asegura Zoraida."