Recolectora rodeada de bolsas en centro de acopio

Gloria pasa todo el día preparando manualmente el material en su centro de acopio en la zona norte de Cochabamba

Gloria Quispe, una vida dedicada al reciclaje y a la ayuda a otras mujeres

Visitamos en Cochabamba el centro de acopio de la recolectora de base Gloria Quispe, cuya Asociación de EcoRecolectoras es parte del programa municipal “Cocha Recicla". La Fundación Coca‑Cola de Bolivia apoya este proyecto con la dotación de contenedores en el marco de su compromiso global Un Mundo sin Residuos.

“Me siento la mujer más feliz del mundo cuando reciclo. Más que mi trabajo es mi pasión, porque he encontrado la manera de reciclarlo todo y me siento orgullosa”, señala Gloria Quispe, mientras apila las bolsas en su centro de acopio ubicado en la avenida Simón López, zona norte de la ciudad de Cochabamba.

Hasta allí llegan algunas de sus compañeras de la Asociación de EcoRecolectoras y los vecinos de la zona. Ella compra el material –plástico, cartones, papel, metal, entre otros–, que luego entrega a empresas como Empacar.

Gloria aprendió el oficio de recolectora muy joven: a sus 22 años salía a la calle en busca de papeles y cartones para vender y poder mantenerse. Con el tiempo, comenzó a trabajar como ayudante en un centro de acopio particular, donde pasó varios años hasta que su empleador murió. Sin perder la esperanza, se animó a emprender por su cuenta y fundó en la misma zona su propio centro de acopio, que funciona desde hace seis años.

“La necesidad tiene cara de hereje; yo salí a la calle con mi niño en brazos a buscar alimentos y en la recolección de papeles y cartones encontré mi sustento. Es un trabajo duro para una mujer sola, pero no lo cambiaría por nada, porque es un trabajo digno y que ayuda a cuidar el medio ambiente”, señala emocionada al recordar sus inicios en el reciclaje.

Gloria tiene 44 años y todos los días acopia manualmente los residuos en su centro, que ya es conocido en el barrio. En más de dos décadas de oficio, ha aprendido cómo se debe picar el papel para no lastimarse los dedos y cómo reducir las botellas para disminuir su volumen. “Estoy trabajando duro para comprarme alguna cortadora de papel o una pequeña prensa para el plástico”, sueña en voz alta.

Mujer de medio cuerpo rodeada de bolsas

Gloria tiene un hijo de 17 años que ya va a terminar sus estudios en el colegio

“Valoro el trabajo de mis compañeras y también el de los recolectores adultos mayores que llegan hasta mi tienda, después de caminar horas, con uno o dos kilos. Es gente que camina mucho y tiene sed o hambre, pero que sabe que su recompensa es inmediata. Es un trabajo del que hay que estar orgullosos, porque limpiamos la ciudad”, dice.

Gloria integra la Asociación de EcoRecolectoras, en la que junto a otras 100 mujeres se turnan un día al mes para aprovechar el material del punto verde municipal que les asignaron y de más de 50 edificios que cuentan con un contenedor Vital donde los vecinos depositan sus reciclables.

La red nacional de contenedores de reciclaje de Vital sigue creciendo en Bolivia. En febrero, la Fundación Coca‑Cola entregó 153 nuevos contenedores al municipio de Cochabamba, que se sumaron a los 300 ya instalados entre Cochabamba, Quillacollo, Sacaba, Tiquipaya y Colcapirhua, entre otros municipios del departamento. Hoy, la red nacional suma 1.600 contenedores.

Con su ejemplo, Gloria ha demostrado que el trabajo en equipo y la constancia es el mejor camino hacia Un Mundo sin Residuos.